sábado, 9 de diciembre de 2023

 

"50 años del MARPOL: nuestro compromiso continúa" ha sido elegido como lema del Día marítimo mundial de la OMI para 2023.

     "50 años del MARPOL: nuestro compromiso continúa" ha sido seleccionado como el próximo lema de la Organización Marítima Internacional para 2023, que culminará con la celebración del Día marítimo mundial el 28 de septiembre. El lema refleja la larga trayectoria de la organización en la protección del medio ambiente frente a los efectos del transporte marítimo mediante un sólido marco regulatorio y pone de relieve su compromiso permanente con esta importante labor.

     El lema se centra en el Convenio internacional para prevenir la contaminación por los buques (Convenio MARPOL) sobre la prevención de la contaminación del medio marino por los buques, ya sea por causas operacionales o accidentales.

    El Secretario General de la OMI, Kitack Lim, declaró: "Han cambiado muchas cosas en el transporte marítimo en los 50 años transcurridos desde que se adoptó el Convenio MARPOL el 2 de noviembre de 1973, y el compromiso de la OMI de proteger y preservar el medio marino ha permanecido inquebrantable. El lema del Día marítimo mundial para 2023 nos permitirá celebrar este legado, al tiempo que subraya nuestra dedicación a construir sobre los cimientos existentes mientras avanzamos juntos hacia un futuro más brillante.

     "Nuestra labor para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero es fundamental y, dada la urgencia de la crisis climática, debemos actuar ahora para reforzar nuestras ambiciones en esta materia. También debemos abordar otras cuestiones, como la protección de la biodiversidad, las incrustaciones biológicas, la transferencia de especies invasoras, y la contaminación acústica y por plásticos. La protección del medio marino requiere una acción compartida y espero con interés lo que nos depararán los próximos 50 años", añadió.

     El lema, que promueve los debates sobre la próxima fase de la labor de la OMI para seguir protegiendo el planeta y los océanos, también está vinculado a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU y a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Entre ellos se encuentra la energía asequible y limpia (ODS 7); la industria, la innovación y la infraestructura (ODS 9); el cambio climático y el uso sostenible de los océanos, los mares y los recursos marinos (ODS 13 y 14); y la importancia de las asociaciones y los medios de implementación para lograr estos objetivos (ODS 17).

    El Consejo de la OMI, reunido en su 127 periodo de sesiones, referendó el lema a propuesta del Secretario General de la OMI, Kitack Lim.

Historia del Convenio

     El derrame de hidrocarburos del buque Torrey Canyon en 1967 fue el mayor derrame de hidrocarburos de la época, y fue uno de los momentos clave que condujo a la elaboración del Convenio MARPOL. Además, en la década de 1970 aumentó la conciencia mundial sobre la necesidad de proteger el medio marino de todas las fuentes de contaminación, lo que dio lugar a la adopción del Convenio MARPOL y del Protocolo MARPOL de 1978, en 1973 y 1978, respectivamente. El instrumento combinado entró en vigor el 2 de octubre de 1983.

     El Convenio MARPOL 73/78 es el instrumento internacional más importante sobre la prevención de la  contaminación del medio marino por los buques, ya sea por causas operacionales o accidentales. En 1997 se adoptó el Protocolo para prevenir la contaminación atmosférica por los buques, que entró en vigor el 19 de mayo de 2005.

Evolución del Convenio MARPOL

    En la actualidad, el Convenio MARPOL abarca la contaminación del mar por hidrocarburos, las sustancias nocivas líquidas a granel, las sustancias perjudiciales que se transportan en bultos, las aguas residuales de los buques y la basura de los mismos, la contaminación atmosférica ocasionada por los buques y la reglamentación de la eficiencia energética de los buques. Asimismo, permite la adopción de zonas especiales con controles aún más estrictos para las descargas operacionales.

     El Convenio MARPOL ha evolucionado a lo largo de los años. Algunos puntos destacados son las prescripciones sobre los separadores de agua e hidrocarburos en los buques, la eliminación gradual de los buques tanque de casco sencillo en 2010, el establecimiento de varias zonas especiales, incluida la zona antártica, la introducción del Plan obligatorio de auditorías de los Estados Miembros de la OMI (IMSAS) en todos los anexos del Convenio MARPOL, la introducción del límite mundial de contenido de azufre de la OMI en 2020 y la adopción de medidas técnicas y operacionales para incrementar la eficiencia energética de los buques.

     La adopción de la Estrategia inicial de la OMI sobre la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en 2018 para descarbonizar el sector lo antes posible antes de que termine este siglo ha establecido el marco de políticas para el desarrollo y la adopción de nuevas medidas dentro del Convenio MARPOL para incrementar la eficiencia energética de los buques. Boletin  Stella Maris Nacional 32. septbre 2023

 

viernes, 8 de diciembre de 2023

 

MENSAJE DE LOS OBISPOS

“Dan mucho, merecen más”

      Este es el lema de este año para la celebración de la fiesta de la Virgen del Carmen, día de la gente de mar. Su contenido es bien elocuente: la gente de mar da mucho. El mundo de la pesca nos proporciona una parte importante de nuestra alimentación. Para hacernos una idea, en 2021 se consumieron a nivel mundial 160 millones de toneladas de pescado.

     En cuanto a la marina mercante, se calcula que un 90% del transporte de mercancías a nivel mundial se realiza por mar. A eso hay que sumarle el intenso tráfico de pasajeros a bordo de transbordadores y barcos de cruceros.

    El trabajo de la gente de mar proporciona, por tanto, mucho bienestar a la población mundial. Y ¿cómo se les protege? La Organización Internacional del Trabajo establece en su Convenio 188, del año 2017, unas normas mínimas que regulan el trabajo de los pescadores y a través del Convenio de Trabajo Marítimo 2006, que entró en vigor en 2013, ofrece una normativa dirigida a garantizar una serie de derechos de los marinos mercantes.

      Ambos convenios son instrumentos muy importantes que ayudan al bienestar de la gente de mar, pero como suele ocurrir, de un lado buscan garantizar mínimos y por otro lado, en la práctica, su aplicación no siempre es la más adecuada.

  El trabajo en la mar es exigente, en muchos casos peligroso, como muestran lamentablemente los accidentes que, especialmente en la pesca, todos los años se producen. Las jornadas son largas y los ritmos de trabajo cada vez más estresantes. Sin embargo, nos encontramos con que la sociedad los valora muy poco.

       Día de las gentes del mar La gente de mar merece mucho más: Merece más atención, seguridad física y laboral, una acogida humana cuando llegan a puerto, un contacto lo más fluido posible con sus familias, suficientes vacaciones y salarios acordes a sus circunstancias de vida y trabajo.

     Por otro lado, la globalización, la proliferación de barcos bajo bandera de conveniencia, la entrada masiva de marinos y pescadores de países del Tercer Mundo, con menores pretensiones salariales, han  traído un retroceso general de las condiciones laborales de la gente de mar.

      Y en medio de esta situación, nos disponemos a celebrar un año más la fiesta de la Virgen del Carmen,  la fiesta de nuestra patrona. Una fiesta que se vive con autentica devoción popular, como nos lo demuestran las innumerables procesiones marineras que se producen a lo largo de la costa española.

       Cualquier puerto, por pequeño que sea, quiere honrar a su patrona. «¡Que todos la vean!», exclaman frecuentemente los pescadores cuando salen con sus barcos engalanados en homenaje a la Virgen del Carmen.

     Celebrémoslo con alegría, hagamos fiesta, pero al mismo tiempo, rindamos homenaje a la gente de mar, cada uno desde su circunstancia, y unámonos a lo expresado por el papa Francisco con motivo del XXV Congreso Mundial de Stella Maris celebrado en Glasgow el pasado mes de octubre:

      Sabed que no estáis solos y que no os olvidan... Vuestro trabajo en el mar os mantiene a menudo apartados de los demás, pero estáis cerca de mí en mis pensamientos y oraciones, y en los de vuestros capellanes y de los voluntarios de Stella Maris.

      La gente de mar ha sufrido y sufre aún en parte las consecuencias de la guerra de Ucrania. Mucho marinos han visto cómo sus familias huían y huyen a otros países, con dificultades para comunicarse con ellos y con la incertidumbre de no saber cuándo y dónde volver a reunirse.

     Debemos hacer una breve reflexión sobre la vulnerabilidad de la gente de mar, tanto pescadores como marinos mercantes; sobre lo necesitados que están de asistencia y de ayuda para a salir del aislamiento que frecuentemente sufren.

      El cardenal Mons. D. Michael Czerny, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, destacó el valor del servicio que el Apostolado del Mar viene realizando desde sus inicios en favor de la gente de mar y sus familias, y en particular en los últimos años, marcados primero por el flagelo de la pandemia y luego por el conflicto en Ucrania, que ha exacerbado las condiciones laborales de la gente de mar, a menudo privada de sus derechos y dignidad.

      Cuán importante es que, en los puertos, haya un servicio de asistencia a las tripulaciones, que se tengan en cuenta sus necesidades humanas, así como las de los pescadores, y que se vele por su dignidad.

     La Organización Internacional del Trabajo lo indica y la Organización Marítima Internacional repite una y otra vez que el bienestar de las gentes del mar es también básico para el buen funcionamiento del tráfico marítimo.

     De esas personas vulnerables depende, en gran medida, el abastecimiento de nuestra sociedad y el desplazamiento de muchas personas.

    Pidamos pues a la Virgen del Carmen por todas las gentes del mar y sus familias, recemos para que reciban una mayor atención general a sus necesidades recordando siempre que: «dan mucho, merecen más».

Con mi bendición y afecto,

Luis Quinteiro Fiuza

Obispo de Tui-Vigo

Obispo promotor del Apostolado del Mar

 

 

 

La vulnerabilidad de la gente de mar

      En el año 2020 las Naciones Unidas declararon una crisis humanitaria para los cientos de miles de marinos varados en el mar con motivo de la pandemia del Covid-19. Dos años después la guerra en Ucrania, ha puesto nuevamente de relieve la vulnerabilidad de la gente de mar. 

       Se estima que con la guerra alrededor de 1.500 marinos quedaron atrapados a bordo de los barcos, temiendo por sus vidas, añorando a sus familias y luchando por sobrevivir con pocas provisiones, falta de agua potable, calefacción y electricidad.

     El impacto de la guerra para la gente de mar de Ucrania ha significado la inseguridad laboral, la preocupación por el desplazamiento y la separación de sus familias, el no saber cuándo y cómo podrían regresarán a casa e incluso en algunos casos, temer por sus vidas. 

    La situación en Ucrania es devastadora. El Mar Negro se ha vuelto virtualmente intransitable para los buques, dejando a miles de marinos en el fuego cruzado. Estamos presenciando abusos contra los derechos humanos y crímenes de guerra contra la gente de mar. Human Rights at Sea (ONG del Reino Unido) está trabajando para garantizar que los intereses de la gente de mar estén representados durante el conflicto, que se les permita llegar a lugares seguros y que cuando se violen sus derechos humanos puedan obtener justicia.

      Stella Maris de Odessa, desde el comienzo de la guerra, se mantuvo en contacto con algunos capitanes de barcos que se hallaban en puertos del Mar Negro, asistiéndoles en la medida de lo posible y brindando asistencia para transportar a las esposas e hijos de los marinos a la frontera de Ucrania, para su posterior evacuación. Asimismo, han organizado ayuda humanitaria para marinos jubilados y recientemente han implementado un “Proyecto Mental” de apoyo a la gente de mar y sus familias, que han quedado psicológicamente muy afectadas por la guerra.

     Por otra parte, Stella Maris de Gdinya (Polonia) ha acogido en Kashuby, un resort en plena naturaleza, a decenas de familias de marinos que huyeron de las zonas de guerra. Allí les facilitan: alojamiento, comida y ropa, así como acceso libre a Internet para comunicarse con sus seres queridos.

     Tanto la labor en Odessa, como en Kashuby han sido y son posibles gracias a las ayudas económicas de diversas fundaciones del Reino Unido y a través de aportaciones solidarias de los Stella Maris de todo el mundo.

  En Barcelona hemos encontrado marinos que desembarcaban y deseaban volar precisamente a Polonia para reunirse con sus familias, habiendo

facilitado desde Stella Maris la compra de los billetes de avión, dado que ellos con sus tarjetas de crédito no podían hacerlo. El ofrecerles nuestra red wifi o tarjetas sim para poder hablar con sus familiares ha sido y es también una importante ayuda.

     A bordo de los buques coinciden con frecuencia marinos rusos y ucranianos juntos, lo cual en ciertos momentos habrá representado sin duda momentos de tensión. Sin embargo, en general, hemos detectado que el sentido de tripulación ha predominado sobre el efecto de la guerra, al margen de que, de alguna manera, el pueblo siempre es víctima de cualquier guerra.

      Podríamos aquí ahora aprovechar para hacer una breve reflexión sobre la vulnerabilidad de la gente de mar y de lo necesitados que están de asistencia y de que se les ayude a salir del aislamiento que sufren.

    Recordemos lo que significó la pandemia para muchas tripulaciones, que pasaron meses sin poder desembarcar y ni tan siquiera pisar tierra, con dificultades para comunicarse con casa, a veces con familiares enfermos de Covid, muy frecuentemente con trabas administrativas para poder regresar a sus países de origen.

    Pensemos que los marinos están en continuo movimiento, que las escalas en puerto suelen ser breves y los muelles cada vez más lejanos a la ciudad. No es fácil para el marino disponer del tiempo y la oportunidad para salir a tierra, para comprar objetos personales, para desconectar un rato de la vida de a bordo. Ante cualquier necesidad, se le plantea el interrogante sobre cómo satisfacerla, teniendo en cuenta además que frecuentemente no sabe cuál será el siguiente puerto de destino, ni cuantos días le llevarán llegar hasta él. 

    Cuán importante que en los puertos haya un servicio de asistencia a las tripulaciones. La OIT lo indica así y la OMI repite una y otra vez que el bienestar de las tripulaciones es básico para el buen funcionamiento del tráfico marítimo.

    De esa gente de mar vulnerable depende en gran medida el abastecimiento de nuestra sociedad, el desplazamiento de muchas personas. 20 diciembre, 2022

                     Ricardo Rodríguez Martos ( Director Nacional Stella Maris-Apostolado del mar)


 

APROBACIÓN DEL REGLAMENTO DE LA COMISIÓN DE BIENESTAR DEL PUERTO DE VIGO

    El pasado 23 de febrero se aprobó el reglamento que regirá la Comisión de Bienestar del Puerto de Vigo, que se constituyó el pasado mes de enero de 2022 a iniciativa de Stella Maris.

   El Apostolado del Mar, que nació para procurar el bienestar y la mejora de las condiciones de vida y de trabajo de los marinos, ha sido pieza clave del entramado social y asistencial de los puertos durante más de cien años.

    La Comisión viene a culminar la aspiración de Stella Maris de involucrar a todos los agentes portuarios en esta tarea humanizadora. Por ello ha sido una buena noticia que entidades marítimas, portuarias y sociales se hayan comprometido a trabajar juntas para detectar las carencias actuales y buscar soluciones de una manera colaborativa. Su funcionamiento se basa en el diálogo y en la escucha activa de todos sus miembros que, sin duda, será enriquecedora, porque suma diferentes puntos de vista y sensibilidades.

     La Consellería do Mar de la Xunta de Galicia, ha aceptado la Presidencia de Honor de la Comisión, y su coordinación correrá a cargo de: la Autoridad Portuaria de Vigo, que será quien la presida, Stella Maris, que ostentará la Secretaría con carácter permanente, y una vicepresidencia bianual rotatoria entre los vocales que la integran. Son vocales: la Capitanía Marítima, Sasemar, el Instituto Social de la Marina, el Hospital Álvaro Cunqueiro, Cruz Roja Galicia, ITF, la Cooperativa de armadores de pesca del puerto de Vigo, la Fundación Fundamar, la Asociación de Empresas consignatarias y estibadores de buques de la provincia de Pontevedra, la Corporación de prácticos del puerto y la ría de Vigo, y la ONG Accem.

     La Comisión de Bienestar del Puerto de Vigo es la primera que se constituye en Galicia y en la fachada atlántica y cantábrica. Supone un importante paso adelante para que comience a garantizase el cumplimiento de los estándares internacionales en materia de bienestar para los marinos.

    Tiene cuatro objetivos fundamentales: sensibilizar sobre la realidad que viven los trabajadores del mar, promocionar los servicios de bienestar en el puerto para que sean mejores y más eficientes, buscar recursos para financiarlos, e informar públicamente sobre sus actividades y progresos.

     En el acto de firma del reglamento de la Comisión, el presidente de la Autoridad Portuaria, Jesús Vázquez Almuíña, agradeció públicamente el trabajo y esfuerzo de los colectivos que la forman, y definió a Stella Maris como “el corazón” de la Comisión.

    Desde el sector se destacó la importancia de crear órganos similares en todos los puertos del mundo a lo que, tanto Vázquez Almuiña como la responsable de la Consellería do Mar, Rosa Quintana, anunciaron que lo propondrán dentro de la red de Puertos Azules de la FAO, donde Vigo es ejemplo de Puerto Azul a nivel mundial.

    La conselleira do Mar señaló también que la Comisión de Bienestar Portuario “es un foro de comunicación interna y colaboración externa con el que incidir en el entorno de forma positiva, con el objetivo de construir una estructura potente con la que estimular la confianza de toda la comunidad”. Esto, añadió, la convierte en una figura muy valiosa para promover las relaciones entre el puerto y la ciudad, “con el objetivo de la convivencia y el diálogo”.

                                                                                                                    Mariel Larriba

 

Encuentro Comité  Nacional de Bienestar

     El pasado jueves 23 de febrero tuvimos la segunda reunión del Comité Nacional de Bienestar de la Gente de Mar.

    Se aprobaron los estatutos que regirán el Comité y se propusieron unos primeros temas para tratar en este año. Por un lado, se intentará promocionar que en todos los puertos de una cierta importancia se establezcan comités de bienestar locales. Se intentará  discutir también el tema de la financiación de los servicios de bienestar y, aprovechando que España tiene en el segundo semestre la presidencia de la UE, se intentará abordar el tema del bienestar de la gente de mar a nivel europeo.

    Teniendo en cuenta que el presidente del comité es el presidente de Puertos del Estado (D. Álvaro Rodríguez Dapena), cualquier iniciativa local encontrará enseguida apoyo a nivel nacional.

     Por este motivo, os sugiero que intentéis obtener una entrevista con el Presidente de vuestro puerto o con aquel en quien él delegue para proponer que se instaure el Comité de Bienestar de Puerto.

    Si necesitáis un “empujoncito” decídmelo y el presidente de puertos del Estado contactará con el presidente de vuestro  puerto.

     Es evidente que promover la creación de un Comité de Bienestar, nos compromete, pero por otro lado es una oportunidad de conseguir el apoyo necesario para poder realizar un actividad adecuada de Stella Maris.

     En todo momento, estoy a vuestra disposición para facilitaros la información que necesitéis. De entrada podéis decir que ese Comité, a nivel local,  es básicamente un foro formado por aquellas entidades portuarias que pueden tener una relación con las tripulaciones y que de lo que se trata es de promover entre todos el bienestar de la gente de mar. Podéis hacer hincapié en que eso encaja perfectamente en los planes de Sostenibilidad social del Puerto (todos los puertos los tienen hoy día)

      Como base legal podéis citar el Convenio de Trabajo Marítimo 2006, que en su pauta B4.4.3, hace referencia en el apartado 1 a la creación de comisiones o juntas de bienestar en los puertos, a nivel regional y nacional.

 Al hacerlo, recoge de hecho lo que ya mencionaba la Recomendación 173 (que complementaba el Convenio OIT nº 163 sobre el bienestar de la gente de mar de 1987).

    La idea es que estos comités promuevan a nivel local, regional o nacional, los servicios de bienestar para la gente de mar.

    La mencionada pauta B.44.3 en su apartado 2 establece que las comisiones de bienestar deberían contar entre sus miembros a representantes de las organizaciones de armadores y de gente de mar, de las autoridades competentes y, si procede, de organizaciones benévolas y entidades sociales.

    En el puerto de Barcelona, por ejemplo, el Comité de Bienestar está formado por: Autoridad Portuaria, (que ostenta la presidencia), Capitanía Marítima, Instituto Social de Marina, Asociación de Consignatarios, Asociación de Empresas Estibadoras, ITF, Prácticos, Remolcadores, Asociación de Capitanes, Sociedad de Jefes y Oficiales de Máq
uinas, Facultad de Náutica, Cofradía de Pescadores y Stella Maris (que ostenta la secretaría).

     Actualmente, hay comités de bienestar también en Tenerife, Castellón y Vigo, todos ellos por iniciativa de Stella Maris.

     El pasado 23 de noviembre 2022 se constituyó el Comité Nacional de Bienestar de la Gente de Mar, cuyo presiente es el Presidente de Puertos del Estado, el Secretario  el Director General de la Marina Mercante  y los vocales son la Asociación de Navieros Españoles ANAVE, El Instituto Social de Marina, La Asociación Española de Consignatarios de Buques, la International Transport Federation (UTF) y Stella Maris - Apostolado del Mar.

    Este Comité tiene como objetivo promover en todos los puertos de España los servicios de bienestar para la gente de mar.

     Bien, quedo a vuestra disposición para apoyaros en lo que necesitéis.

Ricardo R. Martos

 

Lema Marítimo Mundial 2023

 MARPOL cumple 50 años: nuestro compromiso continúa”.

Un mensaje de Kitack Lim, Secretario General, Organización Marítima Internacional

    Hoy en día, el transporte marítimo representa más del 80% del comercio mundial y transporta a millones de pasajeros a destinos en todo el mundo. El transporte marítimo sigue siendo el modo de transporte más seguro y energéticamente más eficiente. El transporte marítimo es una parte crucial de la cadena de suministro global. Esto es una certeza, incluso en tiempos de incertidumbre.

    La Organización Marítima Internacional (OMI) está cumpliendo su papel como regulador mundial del transporte marítimo garantizando que el sector marítimo entregue la carga de forma segura y ambientalmente sostenible

      El viaje hacia un sector marítimo ambientalmente racional comenzó hace más de 50 años. En ese momento, el mundo reconoció la necesidad de proteger nuestro planeta y, en particular, el medio marino de todas las fuentes de contaminación. Varios incidentes de contaminación marítima fueron un fuerte catalizador para la acción.

    En este contexto, la OMI decidió adoptar un tratado para prevenir la contaminación del medio marino procedente de los buques: el Convenio Internacional para la Prevención de la Contaminación por los Buques (MARPOL).

    Con el tiempo, los Estados miembros de la OMI ampliaron la cobertura de MARPOL, empezando por los derrames de petróleo accidentales y operativos de los petroleros hasta la prevención de la contaminación por productos químicos transportados a granel, mercancías peligrosas empaquetadas, aguas residuales  y basura y, en última instancia, la prevención de la contaminación del aire procedente de los buques..

Este año celebramos el 50 aniversario de este histórico tratado ambiental.

   Para conmemorar esta ocasión especial, nuestro tema marítimo mundial para 2023 es “MARPOL cumple 50 años: nuestro compromiso continúa”.

    A lo largo de estas décadas, MARPOL ha avanzado constantemente para mantenerse al día con las lecciones aprendidas y las nuevas demandas, como el imperativo de abordar el cambio climático y adaptarse a las nuevas tecnologías.

    Sus reglas se actualizan continuamente a medida que miramos hacia un futuro sostenible y mejoramos la protección de nuestro planeta y océano     MARPOL ha tenido un impacto positivo en el medio marino. Ha cambiado la forma en que se diseñan y operan los barcos, como éste.

     El número de derrames de petróleo se redujo en más del 90% en los últimos 50 años debido a esta y otras intervenciones específicas.

      Gracias a MARPOL, el vertido de basura plástica al mar está prohibido y los residuos operativos, como la basura y las aguas residuales, no pueden eliminarse simplemente en el mar y están regulados de forma muy estricta.

    Las normas sobre contaminación del aire también han reducido enormemente las emisiones de óxido de azufre de los barcos.   Los últimos esfuerzos se centran en impulsar la descarbonización del transporte marítimo apoyando la lucha global contra el cambio climático.

     Por supuesto, todavía queda más trabajo por hacer.

    Al conmemorar los 50 años de MARPOL, invito a todas las partes interesadas a promover un mayor diálogo sobre la próxima fase del trabajo de la OMI para mejorar el transporte marítimo sostenible y proteger nuestro planeta y océanos.

     El transporte marítimo está evolucionando. El transporte marítimo debe adoptar la descarbonización, la digitalización y la tecnología innovadora, incluida la automatización, al tiempo que se garantiza que el elemento humano se mantenga al frente y en el centro de la transición tecnológica y ecológica para garantizar una planta sostenible para las generaciones futuras.

      MARPOL ha marcado una diferencia en el transporte marítimo (y en la salud de nuestro océano) y seguirá haciéndolo de cara a los próximos 50 años

KITACK Lim

 

jueves, 7 de diciembre de 2023

 

Domingo del Mar: una Jornada de oración y reflexión

 Cada año el segundo domingo de julio, las comunidades católicas celebran el “Domingo del Mar”, una jornada internacional de oración por los marinos y sus familias, pero también por quienes en la Iglesia les ofrecen apoyo, como los capellanes y los voluntarios dedicados al Apostolado del Mar, la labor a través de la cual se asiste espiritualmente a los marinos desde 1920.

El “Domingo del Mar”, que fue establecido oficialmente desde 1975, pretende ofrecer una oportunidad para concienciar sobre la importancia del trabajo que realizan los marinos, que hoy en día son más de un millón. Con su trabajo en los buques que transportan mercancías por todo el mundo, de una manera a menudo invisible hacen posible nuestra vida cotidiana y sostienen la economía, como recuerda el prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, el Cardenal Michael Czerny, en su mensaje con motivo de este día.

En el mensaje, el Cardenal Czerny destaca la presencia de los Apóstoles en las grandes naves que surcaban el Mediterráneo y su manera de compartir el Evangelio con las gentes del mar. Este recuerdo de sus orígenes impulsa a cada comunidad a recordar a todos los marinos que se ven forzosamente separados de sus seres queridos y de su iglesia, sin acceso a la Eucaristía. Por eso, la “pastoral del mar” juega un papel esencial para llegar a estos hermanos nuestros, escucharlos, acompañarlos, apoyar sus derechos y sentirlos parte de nuestro propio camino.

“Somos una Iglesia sinodal, es decir, caminamos juntos. Debemos avanzar juntos, navegar juntos, sin dejar a nadie atrás, y enriquecernos mutuamente. Que nadie piense que no tiene nada que ofrecer. Por eso, si hay un esfuerzo que queremos hacer este año, es precisamente verificar los modos en que podemos estar más cerca, en un intercambio permanente que haga que vuestro trabajo esté menos alejado del camino y de la fe de todos”.