sábado, 27 de enero de 2018

Semana ecuménica 2018

Semana de oración por la unidad de los cristianos
INTRODUCCIÓN AL TEMA PARA EL AÑO 2018
Fue tu diestra quien lo hizo, Señor, resplandeciente de poder
(Ex 15, 6) )
La región del Caribe
     Actualmente la región del Caribe, cuyo nombre deriva de uno de sus pueblos indígenas, los « kalinago », inicialmente llamados «caribes», es una realidad compleja. Su amplia extensión geográfica, que incluye tanto islas como territorios continentales, contiene un rico entramado de tradiciones étnicas, lingüísticas y religiosas. Es también una realidad política compleja con distintas formas de organización constitucional y gubernamental, que van desde la dependencia colonial − británica, holandesa, francesa y americana − a repúblicas nacionales.
     El Caribe actual está profundamente marcado por el proyecto deshumanizante de la explotación colonial. En la búsqueda agresiva de ganancias mercantiles, los colonizadores crearon sistemas inhumanos para comerciar con los seres humanos y su trabajo forzado. Inicialmente, estas prácticas esclavizaron y diezmaron y, en algunos casos, exterminaron las poblaciones indígenas de la región. A esto le siguió la esclavitud desde África y los « trabajadores no abonados » de la India y de China.
     A cada paso, el sistema creado por los colonizadores intentaba despojar a los pueblos subyugados de sus derechos: su identidad, su dignidad humana, su libertad y su autodeterminación. La esclavización de los africanos no era solo una cuestión de transportar trabajadores de un lugar a otro del mundo, sino que, constituyendo una afrenta a la dignidad humana dada por Dios, llevaba a la mercantilización del ser humano, haciendo a uno propiedad de otro. A la par de la consideración de la otra persona como una propiedad, iban otras prácticas que perseguían deshumanizar aún más al africano. Entre ellas: la negación del derecho a sus expresiones culturales y religiosas y a la vida matrimonial y familiar.
      Muy lamentablemente, a lo largo de 500 años de colonialismo y de esclavitud, la actividad misionera cristiana en la región, exceptuando algunos casos notables, estaba muy ligada a este sistema deshumanizante y en muchas ocasiones lo justificaba y reforzaba. Mientras que los que trajeron la Biblia a la región usaban las Escrituras para justificar la subyugación de un pueblo esclavo, en la mano de los esclavizados se volvía una inspiración, una garantía de que Dios estaba de su parte y de que les llevaría a la libertad.
El tema de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos 2018
     Hoy en día los cristianos del Caribe pertenecientes a distintas tradiciones ven el actuar de la diestra de Dios en el fin de la esclavitud. Esta es una experiencia unificadora de la acción salvífica de Dios que dona libertad. Por este motivo se consideró muy apropiada la elección del canto de Moisés y María (Ex 15, 1-21) como tema para la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos 2018. Es un canto de victoria sobre la opresión. Este tema ha sido recogido en un canto, La diestra de Dios, escrito en un taller de una reunión de la Conferencia de las Iglesias del Caribe celebrada en agosto de 1981, que se ha vuelto un himno del movimiento ecuménico de la región y que ha sido traducido a distintas lenguas.
     Como los israelitas, los pueblos del Caribe tienen un canto de victoria y de libertad que pueden cantar y es un canto que los une. Sin embargo, nuevos desafíos amenazan otra vez con esclavizar y con menoscabar la dignidad del ser humano creado a imagen y semejanza de Dios. Mientas que la dignidad humana no se puede perder, con frecuencia es oscurecida por el pecado personal y por las estructuras de pecado. En nuestro mundo marcado por el pecado, con demasiada frecuencia nuestras relaciones sociales carecen de la justicia y de la compasión que honran la dignidad humana. La pobreza, la violencia, la injusticia, la adicción a las drogas, la pornografía, y la pena, el dolor y la angustia que causan, son experiencias que distorsionan la dignidad del ser humano.
     Muchos de los desafíos contemporáneos son herencia del pasado colonial y de la trata de esclavos. La psique colectiva herida se manifiesta hoy a través de problemas sociales relacionados con la baja autoestima, la violencia doméstica y de bandas, y las deterioradas relaciones familiares. Aunque son una herencia del pasado, estas realidades también son exacerbadas por el contexto actual que muchos identifican como un neocolonialismo. En estas circunstancias, parece casi imposible para muchos de los países de esta región salir por sus propias fuerzas de la pobreza y de la deuda. Por otra parte, en muchos lugares sigue existiendo un marco legislativo residual que es discriminatorio.
       La diestra de Dios que sacó al pueblo de la esclavitud dio esperanza y ánimo a los israelitas, como sigue dando esperanza a los cristianos del Caribe. No son víctimas de las circunstancias. Dando testimonio de esta esperanza común, las Iglesias trabajan juntas para servir a todos los pueblos de la región, especialmente a los más vulnerables y desatendidos. En las palabras del himno, «la diestra de Dios está plantando en nuestra región, plantando semillas de liberad, esperanza y amor».


CONSEJO PONTIFICIO 
PARA LA PROMOCIÓN DE LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS